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En el ecosistema empresarial de Latinoamérica, la innovación no es un lujo, es una condición de supervivencia. Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tomando en cuenta a CEPAL las PYMEs, que representan el 99% de las empresas y generan el 61% de los empleos formales, están en el corazón de nuestras economías. Sin embargo, solo el 23% accede a financiamiento formal, una estadística alarmante cuando pensamos en sectores estratégicos como la tecnología o las energías renovables, donde el acceso al capital define el futuro.
La pregunta para líderes empresariales es clara: ¿cómo podemos cerrar esta brecha? Las incubadoras y las redes de inversión están jugando un rol crucial, pero el desafío es estructural y requiere una colaboración más profunda entre el sector privado y los gobiernos. Según la OCDE, una PYME innovadora tiene un 50% más de probabilidades de expandirse a mercados internacionales. Si logramos conectar a estas empresas con capital estratégico, estaremos habilitando no solo su crecimiento, sino también el desarrollo económico sostenible de toda la región.
El acceso a financiamiento es más que un obstáculo técnico; es una oportunidad estratégica para CEOs, CFOs y Gerentes Generales de participar activamente en la creación del futuro empresarial en Latinoamérica.
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